Antecedentes
La Cooperación entre la Comunidad Profesional y nuestra Comunidad se remonta hasta los comienzos de Alcohólicos Anónimos. Se ha dicho que la verdadera cuna de Alcohólicos Anónimos podría situarse en el consultorio del Dr. Carl Gustav Jung, cuando fue visitado en 1931 por su paciente alcohólico Rowland H. en busca de una solución para su problema alcohólico. Al serle recomendada cierta acción de carácter espiritual, Rowland acudió a los Grupos Oxford, donde tuvo la oportunidad de ayudar a Ebbie T., quien, a su vez, se puso en contacto con Bill W.
Aquí nos percatamos que una de las más destacadas personalidades de la ciencia y de los profesionales jugó un papel muy importante en nuestros orígenes.
A partir de 1935, la historia de Alcohólicos Anónimos se empezó a llenar de nombres de profesionales, que tuvieron influencia decisiva en el desarrollo de nuestra Comunidad. La lista empieza con algunos de los personajes más queridos y recordados, como lo son el Dr. Silkworth, la Hermana Ignacia, el Dr. Harry Tiebout, el Padre Edward Dowling, y muchos más, cuya labor fue tan importante, que hizo que Bill W. se refiriera a ellos como los verdaderos fundadores de Alcohólicos Anónimos.
En 1956, cuando fue formado el primer grupo de habla hispana en nuestro país, fue determinante la ayuda del psiquiatra y general el Dr. José González Varela, quien formaba parte de la dirección del Hospital Central Militar, en la Ciudad de México. Mientras que, en Mérida, Yuc., fue invaluable la ayuda del Doctor Carlos Rubio Rojas y del padre Roberto Menard en relación con el establecimiento de Alcohólicos Anónimos en el sureste de México.